martes, 16 de junio de 2009

Galería del maestro Fernando Castro Pacheco.

La mestiza

Fernando Castro Pacheco, pintor, muralista y grabador yucateco, que sigue activo en el arte a sus noventa y un años, pone en alto el nombre de Yucatán con su extraordinario arte.


Los amantes.


Mujer en siesta de hamaca.

Con excepción de los tres cuadros anteriores, todos los que siguen son murales "transportables" que se encuentran en exhibición permanente en el edificio del "Palacio de Gobierno" de Yucatán, en su capital, Mérida.


La creación del hombre. El hombre, dice el Popol Vuh, surge del maíz, es maíz.


El henequén (aquí mostrándose una paca de fibra) que aplastó a la humanidad yucateca y que también enriqueció a algunos, sí, a unos cuantos.


La inconclusa "guerra de castas". Empezó en 1847 y se declaró oficialmente terminada en 1901 con la toma de Chan Santa Cruz por tropas federales.

Venta de esclavos mayas de Yucatán a Cuba. Práctica inhumana avanzado el siglo XIX, mucho después de la abolición de la esclavitud en territorio mexicano en 1810. Y todavía alguno se pregunta ¿por qué fue la guerra de castas?

El suplicio de Jacinto Canek en diciembre de 1761. Lo acusaron de herejía diciendo que quería desposarse con la virgen y también por el pecadillo de acaudillar una rebelión en contra de la autoridad española.





Gonzalo Guerrero, padre del mestizaje en Yucatán. Primer español-yucateco en renegar de la corona española, a principios del siglo XVI y de abjurar de sus dioses de origen.




















Nachi Cocom, último caudillo maya que combatió a los conquistadores. Murió en 1541 siendo halach uinik de Sotuta y luchando contra los españoles.















Las manos fuertes y limpias del trabajador maya vencido.

Leyendas del editor del Blog.
Imágenes tomadas de ZoomZap

lunes, 15 de junio de 2009

Un animal mítico: el leopardo de nieve.


Imagen tomada de: Artknowledge.com

Quien vaya a Nueva York en estos días, no deje de ver la asombrosa muestra de estos espléndidos leopardos de nieve que se encuentran en el Zoológico de Central Park, presentados en su "enriquecido" ambiente natural (como lo llaman los especialistas del zoológico), simulando las condiciones que estos ejemplares tendrían en el Nepal, del que son originarios. Claro, el que se pueda pagar el viaje hasta los picos del Himalaya, pues que lo haga: ahí, aunque tendrá que caminar un poco más, si tiene suerte, los verá al natural.

domingo, 14 de junio de 2009

O sole mio: Ginoble-Boschetto-Barone, el trio Maravilla

Esto no tiene nada que ver con la política, ni menos con Berlusconi. Es arte. Tres chavos de 14 años italianos, cantando ya como nadie. Seguiremos escuchándolos.

jueves, 11 de junio de 2009

El verdadero voto de castigo.

partidos

En un editorial del día de hoy, Lorenzo Meyer, escribe en la parte final de su colaboración con el Diario de Yucatán,  los siguientes conceptos que no por ser sacados de su contexto original pierden validez y profundidad. Este es otro punto de vista en apoyo a la posibilidad de anular el voto el próximo 5 de julio.

“El verdadero voto de castigo.— En este momento, las urnas no le ofrecen al ciudadano eso que constituye el sentido mínimo de la democracia electoral: la posibilidad de elegir entre proyectos realmente alternativos. El PRI se mantiene básicamente fiel a su esencia oportunista original: tiene intereses no ideología y ni siquiera ha cambiado al grueso de sus cuadros dirigentes. Y cuando aparecen líderes jóvenes, éstos resultan ser, en su esencia, una copia casi fiel de sus ancestros. Un buen ejemplo es el caso del gobernador del Estado de México, formado en la escuela de Isidro Fabela, continuada por Carlos Hank González y seguida sin cambio hasta Arturo Montiel.
Desde el sexenio de Miguel Alemán el PRI se escoró a la derecha y justo cuando adoptó el neoliberalismo como proyecto a fines de los 1980, se encontró con la posibilidad de forjar una gran alianza con un PAN que había nacido en la derecha. En esas circunstancias, PRI y PAN trocaron características y papeles: a cambio de un apoyo indispensable después del desastre de la elección de 1988, el PRI integró al PAN al círculo del poder y ya una vez ahí y por la vía de la negociación, el PAN dejó fuera su compromiso histórico con la democracia y la honestidad administrativa. Por su parte, la izquierda, tras la enorme frustración producto de de dos derrotas a la mala en las urnas, llevó sus divisiones originales a sus últimas consecuencias en medio de una guerra interna dominada por la pasión fratricida. En esa lucha, el ala más “negociadora” o “moderna” contó con la simpatía y ayuda del gobierno, de los medios de comunicación, y de toda la gama de intereses que conformaron el gran frente anti lopezobradorista del 2006. En esas condiciones, el PRD dejó de ser opción para quedar simplemente en una burocracia más, alimentada por los subsidios que dispensa el IFE, y que no se distingue en nada sustantivo de las del PRI y el PAN excepto por tener una cuota de poder menor.
¿Qué hacer?— La solución de fondo es una nueva fuerza electoral pero en la coyuntura actual sólo queda el rechazo al arreglo existente. La mejor vía no es la abstención electoral porque se confunde con la simple desidia e indiferencia. Hay que mostrar voluntad yendo a las urnas y demandar lo que aún no existe: una auténtica opción. Una forma de hacerlo es votando en blanco o anulando el voto. Desde que en 1997 los votos más o menos se cuentan, este voto promedia el 2.76%; cualquier porcentaje que supere la cifra anterior sería un claro indicador de protesta. Otra posibilidad aún mejor es hacer uso del espacio en blanco de la boleta y poner ahí, de puño y letra, el nombre de un personaje real o ficticio que encarne nuestra esperanza o frustración; la autoridad electoral está obligada a registrarlo y dejar constancia que no fue una equivocación del votante sino un acto consciente de rechazo a la calidad de la vida política mexicana.
En suma.— Actuar el 5 de julio de manera contraria a lo que nos pide la elite del poder mexicana podría ser un paso, modesto si se quiere, en la deslegitimación de un sistema partidista que no cumple con su función y, por eso mismo y si hay suerte, una oportunidad para empezar la construcción, de nuevo y desde abajo, de algo mejor.— México, Distrito Federal “

domingo, 7 de junio de 2009

SÍ, VOTO NULO.



Dulce María Sauri convoca a la ciudadanía a anular su voto diciendo en la boleta: ASÍ NO. Expresándose así, la ex gobernadora de Yucatán, ex presidenta del PRI, entra con mucho valor y decisión a un ya numeroso grupo de mexicanos que están promoviendo la anulación del voto en las próximas elecciones intermedias que se celebraran el mes de julio.

Esta es la forma en que se propone a los electores protestar contra el mal gobierno, el pésimo desempeño de los partidos políticos y la postulación generalizada de candidatos mediocres y a modo, al cuerpo legislativo que habrá de renovarse próximamente. Un voto nulo no es un voto mudo; es un voto que expresa hartazgo y protesta -pacífica todavía- en contra de un sistema de componendas, corrupto e ineficaz para atender las urgencias de México.

Los candidatos postulados ahora, se argumenta, no serán capaces de alcanzar la transformación del orden político que demanda la sociedad mexicana y que hoy está caracterizado por el sometimiento evidente de los dirigentes de todos los partidos y de los propios partidos en su conjunto, a los poderes fácticos del país, a la oligarquía mexicana que sigue oprimiendo a la nación.

Vaya, ¡México está vivo!

Esa cosa que se llama Berlusconi

José Saramago, Premio Nobel de literatura, dedica un minuto de su tiempo (que no se merece el interfecto) a una abyección de la humanidad. En “El País”, diario español, se publica esto, junto con abundante material con relación al abominable caso del jefe del estado italiano que ahora, además de sus abusos de poder al interior de su propio país, la emprende judicialmente en contra de los medios extranjeros que "se atreven" a develar sus secretos de alcoba, en clara afrenta -según él- a su derecho a la privacidad. Ver también: Anatomía de Berluscolandia.

No veo qué otro nombre le podría dar. Una cosa peligrosamente parecida a un ser humano, una cosa que da fiestas, organiza orgías y manda en un país llamado Italia. Esta cosa, esta enfermedad, este virus amenaza con ser la causa de la muerte moral del país de Verdi si un vómito profundo no consigue arrancarlo de la conciencia de los italianos antes de que el veneno acabe corroyéndole las venas y destrozando el corazón de una de las más ricas culturas europeas. Los valores básicos de la convivencia humana son pisoteados todos los días por las patas viscosas de la cosa Berlusconi que, entre sus múltiples talentos, tiene una habilidad funambulesca para abusar de las palabras, pervirtiéndoles la intención y el sentido, como en el caso del Polo de la Libertad, que así se llama el partido con que asaltó el poder. Le llamé delincuente a esta cosa y no me arrepiento. Por razones de naturaleza semántica y social que otros podrán explicar mejor que yo, el término delincuente tiene en Italia una carga negativa mucho más fuerte que en cualquier otro idioma hablado en Europa. Para traducir de forma clara y contundente lo que pienso de la cosa Berlusconi utilizo el término en la acepción que la lengua de Dante le viene dando habitualmente, aunque sea más que dudoso que Dante lo haya usado alguna vez. Delincuencia, en mi portugués, significa, de acuerdo con los diccionarios y la práctica corriente de la comunicación, "acto de cometer delitos, desobedecer leyes o padrones morales". La definición asienta en la cosa Berlusconi sin una arruga, sin una tirantez, hasta el punto de parecerse más a una segunda piel que la ropa que se pone encima. Desde hace años la cosa Berlusconi viene cometiendo delitos de variable aunque siempre demostrada gravedad. Para colmo, no es que desobedezca leyes sino, peor todavía, las manda fabricar para salvaguarda de sus intereses públicos y privados, de político, empresario y acompañante de menores, y en cuanto a los patrones morales, ni merece la pena hablar, no hay quien no sepa en Italia y en el mundo que la cosa Berlusconi hace mucho tiempo que cayó en la más completa abyección. Este es el primer ministro italiano, esta es la cosa que el pueblo italiano dos veces ha elegido para que le sirva de modelo, este es el camino de la ruina al que, por arrastramiento, están siendo llevados los valores de libertad y dignidad que impregnaron la música de Verdi y la acción política de Garibaldi, esos que hicieron de la Italia del siglo XIX, durante la lucha por la unificación, una guía espiritual de Europa y de los europeos. Es esto lo que la cosa Berlusconi quiere lanzar al cubo de la basura de la Historia. ¿Lo acabarán permitiendo los italianos?

J Saramago.

lunes, 1 de junio de 2009

La perversidad del fisco mexicano

tasa de interés

A lo largo del último año las tasas de interés que los bancos mexicanos pagan a los ahorradores han caído en picada. Reflejo de la crisis, tal vez. El fisco y su brazo controlador de la política monetaria, el Banco de México, han debido ajustar el esquema de retribución que se paga por el ahorro de los mexicanos.

Ha sido la clase media del país, tal vez no la más fregada, pero sí la más sufrida de las clases socioeconómicas, la que ha debido una vez más pagar las consecuencias de una crisis que ella no engendró. La viuda, el jubilado, el despedido del empleo, todo aquel que tiene unos cuantos pesos en el sistema del ahorro bancario, hoy y ya desde hace meses, está sufriendo sin poder hacer nada al respecto, la pérdida inexorable de su patrimonio. Empobrecimiento acelerado, que para muchos resulta inexplicable.

Es la confiscación que ejerce el sistema en contra de los que algo tienen y nada pueden. Despojar al ciudadano común de sus magros recursos mediante la perversa política de las tasas negativas “pagadas” al ahorrador. Tasas negativas que ocurren cuando el rédito por el dinero que se pone al servicio del aparato productivo, es inferior a la tasa comparable de la inflación. Entonces el ahorro se erosiona y tiende a desaparecer.

AhorrosUn día, a lo largo de nuestras respectivas historias personales, alguien nos convenció de las bondades del ahorro. La fábula de la cigarra y la hormiguita. ¡Ahorra hijo mío para que puedas afrontar el invierno de tu vida! Engaño verdadero en el caso de un país como el nuestro, en el que la autoridad se arroga la facultad injusta e ilegítima a todas luces, de apropiarse de lo que no es suyo. De despojarnos de nuestro patrimonio mediante el establecimiento arbitrario de esas mentadas tasas negativas.

Es el mismo mecanismo que se aplica sin misericordia a la clase trabajadora, cuando los incrementos salariales que recibe son inferiores a la tasa de inflación básica, aquella que está referida al precio de sus necesidades. En este caso, como en el otro, la capacidad de compra disminuye. La víctima se empobrece. A uno le roban el valor de su trabajo, al otro le expropian su patrimonio.

Pero la perversidad fiscal no termina ahí en el caso de los ahorradores. Con pleno conocimiento de lo que está haciendo, del despojo en despoblado que está cometiendo, el fisco mexicano se ensaña y en lugar de ajustar proporcionalmente las tasas de retención de impuestos que toma directamente de la fuente –del sistema bancario- y que son sustraidas religiosamente de la cuenta del ahorrador, las mantiene, a sabiendas que se está reteniendo en exceso. A sabiendas que el causante está sufriendo una pérdida real de su patrimonio pagándosele una tasa negativa, le siguen reteniendo un impuesto que obviamente no procede, puesto que ha desaparecido el objetivo de la retención que es la presunta ganancia financiera.

Se me dirá cínicamente que a la larga el ahorrador, contribuyente cautivo, recuperará el dinero sobre retenido cuando presente su declaración de impuestos definitiva. Sí, en efecto, la recuperación parcial –nunca total- ocurre, con suerte, uno y hasta dos años después, disminuida desde luego por el coeficiente de desvalorización equivalente a la tasa de inflación que nunca es compensado. Y eso, si es que la feroz actitud confiscatoria del SAT no decide, por angas o por mangas, que no devuelve lo retenido de manera ilegítima y artera.

¡Fisco despiadado y ruin, te estás quedando impunemente con lo que no es tuyo!