martes, 29 de mayo de 2007

Carta a Ivonne Ortega.


Carta abierta para Ivonne Ortega, candidata electa al gobierno de Yucatán.
Por Rodolfo Menéndez y Menéndez

Sea usted bienvenida, doña Ivonne Ortega Pacheco, al sueño de todos los políticos. Sea bienvenida al poder público. Esperemos que sepa ejercerlo en bien de Yucatán. Entra usted por una puerta franca aunque angosta al cubículo del mando político de nuestro estado.

Ojalá que no se le olvide nunca cómo llegó usted a la gubernatura. Es cierto que con relación a sus adversarios fue electa con claridad y nadie puede poner reparos a su triunfo desde ese ángulo. Sigue siendo válida sin embargo, la crítica que ya se ha hecho a la calidad de las campañas, a la miseria moral de las mismas, a la corrupción que denotaron, aún a la ilegalidad con que se condujeron –asignatura pendiente por cierto que alguien seguramente intentará revisar- crítica que aplica sin lugar a dudas al proselitismo que usted como candidata del PRI utilizó para alcanzar su objetivo.

Se me dirá que todos hicieron lo mismo y por lo tanto usted queda exculpada políticamente. Y aunque esto sea aproximadamente cierto, yo insisto en que no, no tiene doña Ivonne esa disculpa tan sencilla. Su triunfo nace con pecado Viene su éxito acompañado de una gran deuda ética hacia los electores a los que ha hecho creer cosas que jamás podrá satisfacer, hacia el pueblo pobre de Yucatán que nutre su esperanza legítima de cambio en la promesa que los políticos le hacen de modificar su realidad en un plazo que no se puede cumplir.

Conforme a las reglas de votación que nos hemos dado en este Yucatán de hoy, llega usted al poder público de manera clara y ninguna objeción debemos ni podemos oponer quienes no hemos votado a su favor. Y, sin embargo, ha recibido usted un mandato suscrito por menos de la mitad de los electores yucatecos. Suficiente sí para endosar su acceso al mando pero no del todo como para que se sienta usted beneficiaria de un cheque en blanco para gobernar de manera holgada.

Su gobierno tendrá que ser de compromisos, acotado por un triángulo escaleno perverso y sumamente riesgoso: de un lado un poder federal con limitaciones de toda índole y sin mayor motivación para hacer de su gestión en Yucatán un caso exitoso, de otro lado una realidad local sumamente depauperada, exigente y al mismo tiempo dispuesta a hacerle tropezar en toda circunstancia y finalmente, la gran incógnita: ¿qué demandará de usted y del estado la enorme fuerza económica que le ha apoyado en la campaña y le ha transportado eficazmente, casi en vilo, a la enramada del poder en la que se inicia usted sin preparación previa?

Tendrá que gobernar para todos los yucatecos. Usted misma ya lo ha dicho. Pero esto es fácil de decir y muy difícil de cumplir. Sobretodo en un ámbito tan polarizado en donde además –y no es el menor de los obstáculos- la clase política que le ha apoyado acostumbrada a privilegios de casta, es y está, cuantitativamente, en exceso y por encima de las posibilidades de cualquier gobierno honesto. Muchos de quienes hoy la aplauden socarronamente se convertirán en rémoras y en críticos implacables con el tiempo. Tendrá, no lo dude, una tarea complicadísima en la que requerirá no solamente de capacidad política extraordinaria sino de dotes de planeación y ejecución también excepcionales para resolver problemas enormes con recursos que serán escasos.

Dos grandes tareas me parecen primordiales y de la más alta prioridad. Ojalá que usted las tenga presentes. El sempiterno problema educativo y formativo en el estado del que derivan la mayor parte de nuestros otros problemas endémicos y en donde radican las grandes anclas de la pobreza generalizada. En nuestro derredor, en el mundo hoy globalizado, solamente los pueblos que han sido capaces de resolver el reto educativo ingresando a la sociedad del conocimiento, han podido alcanzar bienestar y prosperidad colectiva, concepto éste último que se ha repetido frecuentemente en su campaña.

Y, segundo pero no menos importante y quizá más urgente, porque nos tiene copados como sociedad, el gravísimo problema del crimen organizado y que es tal vez lo que el voto razonado encontró como gran obstáculo para manifestarse en mayor grado a favor de usted por su evidente candor y falta de experiencia. En esto, créamelo, se encuentra el mayor peligro que afrontará su gobierno. Yo me pregunto: ¿Y si las fuerzas de aporte que le acompañaron solícitas en su campaña estuvieran vinculadas?

Desde afuera del círculo que la rodea se advierten tres plausibles virtudes que jugarán a su favor en esta gravísima experiencia que está usted a punto de iniciar: su juventud, su entusiasmo y su aparente buena fe. ¿Serán suficientes para ofrecernos un buen gobierno? Esperemos que sí, por el bien de Yucatán. O, en su defecto, es de desear que procree y recree usted otras y más útiles virtudes para el accionar político que el pueblo de Yucatán le ha encomendado. Dicho de otra forma: que aprenda usted mucho y rápido. Por el bien de todos.

Respetuosamente.


26/05/07

martes, 15 de mayo de 2007

Campañas Corruptas

Campañas corruptas!
¿Cómo serán las elecciones?

Por Rodolfo Menéndez y Menéndez

No sería difícil que las campañas que recién terminaron pasen a la historia de las elecciones yucatecas como las más costosas de cuantas hayan existido en el estado.
La factura final la habremos de pagar todos los yucatecos, tarde o temprano y de una forma o de otra, sin que haya autoridad que se oponga, con apoyo en la ley vigente, a que esto ocurra.

Ya habrá pronto quien calcule el costo de cada uno de los votos que se depositen este domingo en las casillas de Yucatán. Si es que finalmente se cuenta con la información real, como la ley señala, veremos una cifra exagerada, ilegal, fuera de toda proporción con el contexto y vergonzosa, sin lugar a dudas. Vergonzosa desde el ángulo de la pobreza en cuyo seno se han prohijado estas campañas vulgares que acabamos de presenciar y que han terminado ya, afortunadamente.

Campañas caras y además campañas vulgares, no en el sentido etimológico de lo vulgar puesto que una campaña electoral debe ser en esencia popular, dirigida al vulgo, si es que quiere ser exitosa, sino vulgar en el sentido de lo canalla, de lo chabacano, de lo prosaico, de lo bajuno. Campañas diseñadas con pésimo gusto por sus creadores foráneos, supuestos expertos en el “marketing político”. Es la especialización de moda entre los politólogos que se precian de conocer las reacciones y motivaciones del público en general cuyas intenciones de voto se intenta manipular por medio de este costoso atiborramiento, insufrible y grotesco, con que nos han recetado estos últimos meses en todo el estado de Yucatán y muy particularmente en Mérida..

Podría yo citar con ejemplos concretos la cantidad de sandeces que se han dicho entre nosotros con el ánimo de hacernos votar por uno o por otro candidato, pero aparte de que han estado a la vista y a la escucha de todos y por tanto no tiene caso repetir necedades, tampoco es mi intención empobrecer la abstracción y reducir el comentario a la crítica de algún candidato o partido en lo particular

Campañas vulgares y onerosas pero además corruptas. Corruptas porque atentan contra la inteligencia del pueblo yucateco, porque ofenden y vulneran su condición económica, porque plantean manipular la ignorancia y la pobreza que campea entre las clases sociales, porque engañan ostensiblemente cuando prometen lo incumplible y porque agreden la dignidad no sólo de los mismos participantes con sus diatribas y calumnias bochornosas, sino también de la sociedad yucateca en su conjunto al sembrar la inmundicia donde debería darse el debate, donde deberían discutirse las ideas.

Corruptas porque en vez de sanear el ambiente y exponer de lo que tenemos lo mejor, se exhibe la mugre y la estulticia y termina el ejercicio por no dejarnos a los electores más opción que escoger al malo del peor. Corruptas porque en lugar de sacarnos al mundo de la luz y del conocimiento, nos sumen aún más en el fango de la ignorancia y de la cerrazón. Corruptas porque se compran votos a la miseria que no a la convicción. Corruptas en fin, por mentirosas, porque se miente desde la imagen hasta el verbo, desde el rostro hasta la promesa, sin recato y sin respeto para nada y para nadie.

Campañas vulgares, onerosas, corruptas y por añadidura contaminantes. A ver quién dispone apropiadamente de las decenas de toneladas de plásticos inmundos y no reciclables, aunque se diga lo contrario, que habrán ahora de depositarse sin control y sin responsabilidad para nadie en el de por sí agobiado sistema estatal de desechos sólidos aparte, claro está, de la contaminación visual y estética que ya tuvimos que soportar durante todas estas largas semanas. ¿Y quién detiene esto? ¿Quién lo para? ¿Quién lo impide? ¿Quién defiende a la sociedad de esa agresión? ¡Nadie!

Y más aún, nos han escamoteado las encuestas. Este instrumento de medición, que al aplicarse científicamente se depura y se convierte en un barómetro que da transparencia y certidumbre, ha sido deturpado en el caso de nuestra elección en puerta. No hemos visto ningún sondeo serio, responsable y profesional discurrir con sistema a lo largo del proceso en torno a las intenciones de voto de los yucatecos. Lo que hemos llegado a ver son encuestas aisladas, amañadas, interesadas, manipuladoras, o simplemente partidistas. Hasta en eso fueron frustrantes las campañas de Yucatán.

Todo esto es lo que los yucatecos hemos venido presenciando a lo largo de estos interminables meses de proselitismo electoral. A como de lugar, uno y otro, hablo de los partidos “dominantes”, quieren ganar estas elecciones que ahora se pretenden como el parteaguas de la competencia política nacional con miras al 2012. No se ha concluido siquiera el inicio de este sexenio cuando ya se dibujan los intereses mezquinos del poder público para cuando este periodo acabe. La elección de Yucatán, se dice y se repite sin cesar, tiene el valor de símbolo para panistas y príistas. Y en aras de ese interés “superior” se vale todo. ¿Y la nación, y el pueblo y la democracia? ¡Muy bien, gracias!

Pronto despejaremos la pregunta de quién ganará la elección. Pero la otra pregunta que deberíamos estarnos haciendo como sociedad es ¿de dónde ha salido el dinero para financiar este proceso endiablado? ¿A quién le deberá su triunfo, gane quien gane, el próximo gobernador de Yucatán? ¿Al servicio de quién quedará, irremisiblemente? ¿A qué demonio habrá que pagarle cuando venga a presentar su factura? Si en algo estimamos nuestra dignidad como colectividad hagámonos la pregunta e intentemos contestarla.

No ha sido éste, hay que reconocerlo por salud pública, un ejercicio edificante que apunte hacia la consolidación de nuestro incipiente desarrollo democrático. La primera lección que deberíamos extraer de esta elección, aún antes de que culmine, es la referida a la necesidad social de que las campañas políticas se transformen racionalmente en beneficio de la sociedad y que no, como es el caso hoy, incidan en su degradación.

Desde luego y ante todo, urge, urge, pero verdaderamente urge que se acabe, mediante una reforma de las leyes aplicables, el negocio vergonzoso que se hace con la propaganda en las campañas mediáticas. Los candidatos deberían poder acceder en términos absolutamente equitativos y gratuitos a los tiempos del Estado que son parte de la concesión de la radio y la televisión. Y ni un quinto para el negocio electorero injustificado y ruin. Los partidos políticos y los legisladores tienen la palabra.

15/05/2007

domingo, 6 de mayo de 2007

Elecciones en Francia. Vox populi, vox dei.

Vox populi, vox dei.

Por Rodolfo Menéndez y Menéndez

Se acabó el suspenso. Ganó la derecha como previsto. El resultado muy cercano a lo anticipado, tal vez ligeramente con una mayor ventaja para Sarkozy: 53% vs. 47% dicen los sondeos de salida de casilla reconocidos por el ministerio del Interior francés y aunque extraoficiales, validados ya por consenso. Nadie discute este resultado. Las encuestas ahí funcionan bien. La mecánica electoral está bien aceitada.

Las urnas se cerraron a las 20 horas tiempo local. A las 20.04 se presenta la Candidata del Partido Socialista en París a la Casa de América Latina, en Boulevard. St Germain, a unos cuantos pasos de la Asamblea Nacional, donde la esperaban sus seguidores. A las 20.06, Segolene Royal toma el micrófono y acepta su derrota. A las 20:29 el candidato de la UMP es felicitado por el actual Presidente de la República. Nicolás Sarkozy es ya el sucesor de Jacques Chirac y es el nuevo presidente de los franceses. Así funciona la democracia electoral allá, con precisión cronométrica.

A las 20:35 Sarkozy toma la palabra en un salón publico, la sala Gaveau, ante sus partidarios y dice: “Es mi turno regresarle a Francia todo lo que me ha dado. Con orgullo inexpresable reconozco que los franceses me han otorgado el mayor honor que pueda yo recibir al juzgarme digno de presidir la Francia.....” Y agregaría casi inmediatamente: “Va mi pensamiento a la señora Royal. Le quiero decir que la respeto profundamente, a ella y a sus ideas en las que tantos franceses se han reconocido. Respetarla a ella es respetar a todos los franceses que han votado a su favor. Más allá del combate político, de la divergencia de ideas, para mí no hay más que una sola Francia y mi triunfo no es el triunfo de una Francia sobre la otra. La victoria es de la democracia...”

A las 20:55 aparece sonriente, digna, echada p’adelante, Segolane Royal en el balcón de la sede del Partido Socialista en la calle Solferino, en París, para decir a sus simpatizantes reunidos solidarios en torno de ella: “Nuestras ideas y nuestros valores acabarán triunfando”.....”la lucha sigue, tengan confianza, mantengan su entusiasmo” Y yo digo: ¡Bravo señora!

A partir de esos momentos comienzan a llegar las felicitaciones de todo el mundo para el ganador de la contienda. La llamada de Bush no se hace esperar. Sarkozy responde: “la Francia estará con los Estados Unidos cuando la necesiten pero hay que reconocer que en los términos de nuestra amistad es posible pensar de manera diferente....” La cabeza del gobierno español también se hace presente y dice a Sarkozy que reconoce en él a un líder de “una derecha abierta y moderna, capaz de canalizar los deseos de cambio de un país llamado a recuperar la confianza en si mismo y seguir siendo parte de la locomotora de Europa”. Rodríguez Zapatero ha rendido también homenaje a su correligionaria Segolene Royal a quien acompañó durante la campaña electoral en un gran mitin en la ciudad francesa sureña de Toulouse. Finalmente, como muestras de las reacciones del mundo hacia los acontecimientos electorales en Francia, el vecino del otro lado del Canal de la Mancha habló para expresar también sus parabienes, cosa que hizo –y esto marca el comentario- a sólo unos cuantos días de que él, Tony Blair, deba presentar su renuncia como Primer Ministro británico.

Hay, después de hoy y más allá de las palabras, dos luchas intensas que se perfilan difíciles y comprometidas. Por un lado, aquella que está representada por la promesa de Nicolás Sarkozy de reunificar a los franceses en torno a un proyecto común, promesa que se antoja cuesta arriba de cumplir por la extrema polarización de la sociedad francesa. Mucho esfuerzo tendrá que realizar este joven abogado sediento de poder para aplacar los ánimos colectivos y poder trabajar como nación unida frente a los retos enormes de una Francia que se rezaga a pasos agigantados en el liderazgo de la Europa contemporánea. El ambiente para ese propósito está muy sulfurado.

Y, por otro lado, en casi una mitad de Francia, a juzgar por la votación que se dio, deberá empezar la recomposición de la izquierda que como fuerza política nacional culmina la tarea realizada de manera fragmentada y con los grupos internos en pie de lucha dispuestos a echarse cada quien la culpa del fracaso. Al interior del PS habrá cacería de brujas y la señora Royal, compañera sentimental de Francois Hollande, Secretario General del Partido, será sin duda llamada a cuentas. De alguna forma tendrá que pagar la osadía de haber hecho las cosas de su campaña al margen de la vieja, esclerótica y vengativa nomenclatura del Partido. Ya veremos los sambenitos que le cuelgan.

Cuarenta y cuatro y medio millones de electores inscritos en el padrón electoral francés. 87% de ellos ha acudido a votar el día de hoy. Más que en la primera vuelta de hace dos semanas y más que en todas las elecciones francesas en segunda vuelta anteriores. Récord para el registro. Competencia cerrada, reñida, participativa, no cabe duda. Los franceses regresarán hoy a sus casas pero deberán reconocer las urnas otra vez, dentro de un mes, a elegir a su cuerpo legislativo y una nueva etapa de la política en ese país europeo empezará a contarse. Por hoy, fin de la historia.

sábado, 5 de mayo de 2007

Elecciones en Francia. 2a vuelta.

Hoy, elecciones en Francia.
¡Hagamos que las encuestas mientan!

Por Rodolfo Menéndez y Menéndez

Mientras se lee en México esta nota en la mañana de nuestro muy asoleado y cálido domingo, Francia, 7 horas adelantada a nuestro horario, decide en su anochecer quién la gobernará los próximos cinco años. La que ayer terminó en el Hexágono, como llaman los franceses a su país por la forma de su geografía, ha sido una campaña excepcional en términos de la movilización que ha provocado y de la polarización que finalmente se manifestó.

Los campos políticos adversos tradicionales, derecha e izquierda, conservadores y progresistas, el Partido Socialista y sus agregados contra el neogolismo y también sus agregados, una vez más terminan disputándose en el último minuto y de manera muy cerrada el triunfo electoral como sucedió hace doce años (Chirac- Jospin) y hace 19 (Chirac- Mitterand) y también hace 26, en 1981, (Giscard- Mitterand), de los que hoy me acuerdo.

Todas las encuestas realizadas señalan como probable ganador a Nicolás Sarkozy, abogado de 52 años, hijo de inmigrantes, es decir francés de primera generación, ex-ministro del Interior, caracterizado por su mano dura y sus métodos de rudeza policíaca, abanderado de los sectores más privilegiados de la sociedad francesa, de la élite dominante, del “establishment”.

Los números fríos indican que posiblemente al término del domingo que hoy vivimos, este capitán de la legalidad extrema habrá derrotado a la carismática y brillante senegalesa-francesa, nacida en la base militar francesa de Ouakam, Segolene Royal, de 53 años, madre de cuatro hijos, candidata de la masa trabajadora, que ha combatido como verdadera fiera y con singular destreza a su adversario acercándosele muchísimo en los resultados pero, ¡Ay! , insuficientemente.

Lo curioso del caso es que si se analizan los sondeos de intención de voto por segmento de edades, se percata uno de que la ventaja que tiene Sarkozy deriva principalmente de la población de mayor edad, particularmente de aquellos mayores de 65 años en donde la señora Royal pierde por 3 a 1, mientras que obtiene sana ventaja en todas los demás grupos de edades de la población francesa en rangos que van del 56 al 51 % favorables a ella.

Esto significa categóricamente que el candidato del gobierno, aquel del conservadurismo, es apoyado y llevado probablemente al triunfo por los viejos, por los que sólo se preocupan ya de la “tranquilidad” social, por los que no quieren más que la seguridad de su pensión, por los adversarios de los inmigrantes, por los xenófobos, por los que piden a gritos a la policía cada vez que alguien hace ruido por las noches en sus barrios, por los mantenedores del “orden”, que hoy por la pirámide demográfica de Francia son legión. Apelar y acceder a ese sector poblacional fue la estrategia que manejó Sarkozy en su campaña, esa es la cosecha que está obteniendo. Tonto no es.

Tal vez el resultado final que veremos esta noche será de un 52% a favor de NS contra 48% de SR, eso dice el promedio de las encuestas que he podido ver y, si así fuera, la derecha tendría la oportunidad de seguir gobernando en Francia como lo ha hecho en los últimos 12 años después de la era socialista encarnada por Mitterand quién duró 14 años al frente de las instituciones francesas. Confirmaría lo que he apuntado antes, la mayoría de la sociedad francesa se consolida en la derecha apoyándose en el centro indeciso y timorato. La modernidad, el cambio, aquellos factores transformadores que ha querido encabezar la dama del Senegal, empujan, están presentes, pero no dominan en esa sociedad. Ahí la polarización de Francia.

Hubo la gran expectativa durante el debate que protagonizaron los dos candidatos hace unos días de que la abanderada del PS lograra revertir las tendencias que desde entonces se mostraban favorables a NS. Y la verdad, queda constancia para quienes atestiguamos el evento, gracias a la maravilla del internet, que ella hizo una tarea irreprochable, acorralando a su contrincante, poniéndolo a la defensiva y haciendo gala de una maestría incontestable en el difícil arte de la dialéctica. Yo la aplaudí mucho y la consideré como ganadora en el debate y sin embargo, las encuestas no hicieron más que consolidarse a favor del ex-ministro del Interior francés.

El propio Le Monde, tal vez el más influyente de los periódicos franceses, de corte indudablemente conservador, aunque liberal en su línea editorial, llamó a los franceses a votar por Segolene Royale por medio de un editorial firmado por Juan María Colombani, Presidente del Directorio del rotativo, quien remata un controvertido escrito, criticado por un gran número de los lectores tradicionales del diario, diciendo, traduzco textualmente: “Su victoria –la de Segolene Royal- le daría la autoridad para emprender un trabajo de reinvención indispensable (se refiere a la reconfiguración de la izquierda francesa). Es una apuesta. Para el país merece ser intentada” Antes había dicho, “SR encuentra su vocación histórica encarnando el movimiento, el cambio y la esperanza, el optimismo en el porvenir”

Pues al parecer ni con este endoso fue suficiente. “¡Hagamos que las encuestas mientan!” grita y vocifera vengadora Segolene Royal ya en el último instante de las campañas oficiales, convocando a los votantes franceses a revertir lo que parece inexorable: su derrota. Esta fatalidad, que no quisiera tener que comentar pues mis simpatías están con ella, a punto está de ocurrir en medio de una nueva lección que nos ofrece el pueblo francés en términos de su madura democracia.

¡Que distante la Francia de hoy a la de hace 145 años, ayer exactamente, cuando en aras del autoritarismo y del colonialismo injusto y prepotente, entonces imperantes en Europa, abanderados por el pequeño Napoleón, entraban a nuestro México sus tropas invasoras comandadas por el funesto Conde de Lorencez y mordían el polvo de la historia al pie de los fuertes de Loreto y Guadalupe, a manos del general Ignacio Zaragoza y sus heroicos zacapoaxtlas!

rodolfomenendez@wanadoo.fr