miércoles, 7 de mayo de 2003

México sangra y la autoridad ríe

“¡Ora México, sigue sangrando: Te conviene!!!”
Parece decir desde Europa el Secretario de Economía Canales Clariond.

Rodolfo Menéndez Menéndez, desde París, para Por Esto!

¡Ahora resulta que los mexicanos que emigran a los Estados Unidos forzados por la falta de oportunidades en el país, obligados por su condición de miserables, sin trabajo, sin otra esperanza que emprender el camino a norteamérica con todos los riesgos y calamidades que esto representa , no hacen más que ejercer sus “derechos humanos”. Tal vino a sostener a Europa, cínicamente, el Secretario de Economía, Fernando Canales, durante su reciente visita a París con motivo de la reunión anual de la OCDE, la Organización para el Comercio y el Desarrollo Económico!!

El Fígaro, uno de los principales y más influyentes diarios de Francia, publica el día de hoy la entrevista que Stephan Merchand le hace a nuestro ilustre hombre de empresa regiomontano, exgobernador de su estado, erigido Ministro de Economía no por sus méritos profesionales, ni por su acierto político y ni siquiera por su dominio de las cuestiones por las que hoy responde ante los mexicanos, sino únicamente por sus vínculos personales en el seno del poderoso empresariado del norte y por el precario equilibrio de fuerzas entre el panismo y el foxismo.

El cínico despropósito de nuestro brillante secretario respondió a la pregunta hecha por su entrevistador en el sentido de que si no consideraba un gran peligro para México la fuga continua de fuerza de trabajo hacia los Estados Unidos de Norteamérica. “Claro –responde iluminado nuestro talentoso funcionario- preferiríamos que no se fueran”. Sólo para rematar contundente: “Pero, ¡hay que reconocer que los flujos migratorios se inscriben en los derechos del hombre!”.

Y uno desde aquí como observador se pregunta: ¿Será posible tanto descaro, o tanta ignorancia, o tanta maldad, o tanta estulticia? Que el secretario de Economía –no cualquier funcionario de segundo nivel, sino el señor encargado de atender los problemas del desarrollo económico del país- venga a hacer el ridículo frente a los europeos que sólo aciertan a volver el rostro y esbozar una sonrisa irónica de pena ajena ante semejante respuesta, para después publicarla en sus periódicos haciendo referencia, por supuesto, al antecedente empresarial de Fernando Canales. Así: “FC, ministro de economía, antiguo gerente....”

Pero no para ahí la cosa. Para el representante de nuestro gobierno en esta última reunión de la OCDE, la presencia de 25 millones de mexicanos en Estados Unidos es algo grandioso ya que afirma lindo y orondo: “Para nosotros esos mexicanos representan un mercado esencial...” Bueno, con esta lógica, yo no sé que espera el presidente Fox para facilitar la salida apresurada de otros 25 millones de mexicanos. Al cabo que sólo se requiere que crucen el Rio Bravo para dejar de ser parias y volverse “mercado”.

Todo pinta bien para nuestro distinguido regiomontano: “Desde mi punto de vista –dice- ciertas tendencias son muy positivas. Los paises industrializados están colocando el desarrollo entre sus prioridades centrales. En México tenemos un excedente comercial apreciable y la inversión extranjera continúa llegando en cantidad al país y no sólo proveniente de los Estados Unidos, sino también de Europa. Veo a muchos hombres de negocios franceses que tienen proyectos en México!!” ¡Caramba Rodolfo, me digo, debemos congratularnos de que las cosas hayan cambiado tanto en los últimos dos meses desde que saliste de México!

El periodista entrevistador, socarrón, le dice en atención a esa respuesta: La economía mexicana está floreciente entonces!! “Bueno... –contesta el ministro- yo no diría eso. El crecimiento es lento, no más del 3% este año, mientras que hemos conocido el ritmo del 7% en la época del Presidente Zedillo, ritmo que el Presidente Fox espera alcanzar antes de que termine su mandato” ¡Vaya, vaya! Nos venimos a enterar en París del cambio oficial a los objetivos del gobierno. ¡Que lo sepan los mexicanos en este año electoral! Me parece todavía escuchar al candidato Fox en plena campaña presidencial......¿Cuál sería, quiero recordar, el ritmo de nuestro desarrollo económico bajo su mandato?

Oiga, le pregunta el periodista francés al de Monterrey, ¿su nexo comercial con los Estados Unidos no ha sufrido las consecuencias de la guerra de Irak, a pesar de la postura de México contra la intervención, parecida a la de Francia? “Nooo. Francamente no –contesta el otro- nosotros hemos mantenido relación a todos los niveles con los americanos. Me dicen mis interlocutores que no aprueban nuestra política pero que la respetan. Me han prometido que no habrá ninguna represalia comercial. Nuestra relación bilateral es de adultos. Claro, las represalias podrían venir de los consumidores, pero no hemos experimentado nada de esto”

“La interdependencia es considerable –continúa hablando el secretario mexicano, como si no hubiera dicho ya suficiente- después de Canadá somos el primer cliente y el primer proovedor de los Estados Unidos y aunque la China se esfuerza por quitarnos esa posición, la seguimos defendiendo con éxito. Ochenta porciento de nuestras exportaciones van a Estados Unidos; ochenta porciento de nuestras importaciones, de ahí provienen. El 66% de la inversión directa en México es norteamericana. Pero, lo esencial son los 25 millones de mexicanos que viven en el país del norte. Muchos de ellos -termina aclarando con gran elocuencia y estricto sentido histórico el señor secretario-, ya estaban alla a mediados del siglo XIX cuando una parte de México se volvió americana” (el subrayado desde luego que es mio)

Así, como lo están leyendo. ¡Inaudito! Estos son los hombres que tenemos en el gobierno. Estos son los hombres que hoy dirigen a nuestro país. Debo señalar que ante el virtuosismo del secretario Canales, hay una fuerte corriente política en París que está exigiendo del presidente Chirac que le pida a su homólogo Fox que transfiera a Francia a su ministro de economía. Aquí les hace mucha falta, parecen señalar. Lo quieren para el Cirque Soleil.


París 7 de mayo, 2003.

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